Alta deserción escolar.

¿De quién es la culpa?

El estudiante de deserción escolar no va a la escuela durante el año lectivo, sin explicación ni razón aparente.

En Brasil, la alta deserción escolar es un reto importante para las escuelas, los padres y el sistema educativo. De acuerdo con el INEP (Instituto Nacional de Investigación) de la mayoría de los niños que entran en la escuela al principio del Año, sólo el 5 % llega a completar la educación primaria, es decir, sólo el 5 llega al 9º Año (IBGE, 2007). En 2007, el 4,8% de los estudiantes matriculados en la enseñanza primaria (1º a 9º grado) dejó la escuela. Aunque el índice parece pequeño, casi un millón y medio de estudiantes han dejado la escuela. En el mismo año, el 13,2% de los estudiantes (que asisten a las clases) dejó la escuela, esto representa un poco más de un millón de estudiantes. Muchos de estos estudiantes regresan a la escuela, pero en una condición incómoda (edad X grado). Esto, puede ocasionar conflictos y, posiblemente, una nueva evasión.

Las causas del absentismo escolar son variadas. Problemas socio económicos, culturales, geográficos e incluso las referencias relativas a la enseñanza - enseñanza y la calidad de la enseñanza en las escuelas pobres pueden ser identificados como posibles causas de absentismo escolar en Brasil.
Entre las razones dadas por los padres o tutores de los estudiantes de deserción escolar, son más frecuentes en los primeros años de la educación primaria (1º a 5º grado) lo siguiente: La escuela lejos de su hogar, la falta de transporte escolar, no haber un adulto que lleve el chico a la escuela , la falta de interés e incluso enfermedades (también otros problemas de los estudiantes).
Para la escuela, la falta de integración de los padres en la comunidad escolar, nivel educativo de los padres y la falta de apoyo familiar.
Creo que una causa importante de absentismo escolar hoy en día se pueden vincular a las dificultades de aprendizaje y la falta de atención o conocimiento del educador a este problema. El estudiante se sustituye por el desinterés en el aprendizaje porque no entienden lo que se enseña en el aula, y el estudiante que mira para hablar de su dificultad (aclarar dudas, buscar orientación, etc), no tiene importancia. La carga de trabajo del profesor tiene una participación considerable en esta falta de atención, harto a menudo pasa inadvertida esta dificultad.
Los profesores a menudo echan la culpa en los estudiantes. Dicen que ellos tienen dificultades en la clase, intentan destacar de alguna manera dificultades de socialización,  indisciplina, falta de respeto a los maestros, etc. Estos a menudo son castigados con advertencias, suspensiones y hasta pruebas sorpresa que causan bajas calificaciones. El fracaso escolar provoca y estimula al estudiante a darse de baja en la escuela. Si el educador, tratando de observar a sus estudiantes con un enfoque más integral, considerar un cambio en su metodología de enseñanza y compartir un poco de culpa, esto sería muy útil para combatir el absentismo escolar.
De acuerdo con la Ley de Directrices y Bases de la Educación (LDB 9394/96) y del Niño y del Adolescente (ECA), un gran número de ausencias injustificadas y el absentismo lesiona a los derechos de los niños y adolescentes. En este sentido cabe, a la institución académica, hacer uso de todos los recursos disponibles para garantizar que los estudiantes permanezcan en la escuela. Hay también en la ley que: agotados los recursos de la escuela, se debe informar al Consejo de los Guardianes de la Municipalidad los casos de ausencias excesivas injustificadas y absentismo escolar, para que el Consejo tome las medidas oportunas.